La neurociencia aplicada a la motivación y a la superación

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Llevo mas de 3 años organizando y dirigiendo talleres para estudiantes, mujeres emprendedoras y otros públicos sobre temas tan variados como la creatividad, la inteligencia colectiva, el liderazgo autentico, o la motivación.

Concretamente, he experimentado en digital como en presencial talleres, titulados « Motivarse para recobrar su poder y alcanzar sus objetivos », desde 2h hasta 6h30 de duración. Más del 60% de las personas que realizaron esos talleres, indicaron que esos les ayudó a subir su autoestima, a reconectar con recursos internos, a mejor entender el funcionamiento de su cerebro para hackearlo y poner sus recursos internos en beneficio de sus objetivos.

Con tal buen resultado, he decidido compartir el método en el libro colectivo « Neurociencia aplicada al desarrollo personal y profesional » que se publico el 26.08.2023 en México.

En ellos, 15 expertos en desarrollo personal y profesional comparten experiencias e historias sobre la neurociencia aplicada a su especialidad. Con ese libro, puedes entonces explorar 15 facetas distintas, 15 estilos diferentes y disfrutar de una lectura muy amena.

Con mi capítulo titulado « NEUROCIENCIAS Y MOTIVACIÓN: ¡RECOBRA TU PODER Y ALCANZA TUS OBJETIVOS! » he querido dar a lector pistas para que sepa mejor hackear su cerebro para reconectar con sus recursos internos, volver a motivarse, recobrar su poder de actuar, y alcanzar los objetivos que se propone. Siguiendo paso a paso el método, a través de claves de lectura neurocientífica y ejercicios de PNL y coaching, el lector consigue así cambiar su manera de actuar y alinear de nuevo sus objetivos con sus valores y lo que profundamente desea.

El libro (digital o físico) está disponible a la venta directamente en la página de la editorial aquí (con pago en peso mexicano) o bien en Amazon (con pago en euro).

¿Cuáles son los distintos tipos de hipnosis?

Desde sus orígenes, la hipnosis ha sufrido una serie de transformaciones y hoy en día podemos encontrar varios tipos de hipnosis.

Hipnosis clásica (o directa)

La hipnosis clásica o directa utiliza sugestiones directas formuladas de la misma manera para todos los clientes con el mismo objetivo. A veces denominada hipnosis tradicional, fue durante mucho tiempo la única forma de hipnosis practicada antes de la labor de Milton Erickson.

En este tipo de hipnosis, el terapeuta es directivo y autoritario, y no deja otra opción que seguir el guión dirigido. El terapeuta se sitúa en una « posición elevada », con voz monótona, como si diera una orden al cliente. Los terapeutas de hipnosis clásica pueden utilizar un metrónomo, un punto fijo o un péndulo para centrar la atención del cliente.

La hipnosis clásica constituye la base de la hipnosis de espectáculo por su faceta sorprendente, pero cada vez es más abandonada por los profesionales que la consideran intrusiva e irrespetuosa con el cliente.

Una pequeña anécdota: Sigmund Freud utilizó la hipnosis clásica para desarrollar sus teorías sobre el inconsciente.

Hipnosis ericksoniana

La hipnosis ericksoniana surgió del trabajo de campo del psiquiatra estadounidense Dr. Milton Erickson a mediados del siglo XX. Esta práctica invita a la creatividad del inconsciente y devuelve el poder al sujeto, que se convierte en el actor de su propia sanación, eligiendo inconscientemente el camino que desea seguir durante el trance y encontrando así sus propias soluciones a los conflictos y obstáculos que le atormentan. El terapeuta acompaña (y no dirige) al sujeto, respetando sus necesidades y su ritmo. A diferencia de la hipnosis tradicional, la hipnosis ericksoniana sitúa al terapeuta en una posición inferior. Ya no hay orden, sólo sugerencias y posibilidades.

La hipnosis ericksoniana se basa en el principio de que cada individuo posee en sí mismo los recursos que necesita. Sin embargo, puede ocurrir que el sufrimiento o la propia experiencia del sujeto cuando se presenta el síntoma bloquee el acceso a estos recursos a nivel consciente. El enfoque ericksoniano puede utilizarse entonces para vencer esta resistencia. Y en este ejercicio, se establece una comunicación entre el sujeto y el terapeuta, haciendo de la hipnosis ericksoniana una terapia de co-construcción.

Mientras que el psicoanálisis se centra en el pasado, el objetivo de la hipnosis ericksoniana es provocar el cambio desde el interior del sujeto.

Se basa en diversas técnicas de comunicación, como las metáforas, las sugestiones, el reencuadre, la alteración sensorial, etc. Para facilitar la transición al trance, Erickson inventó de forma natural fórmulas que reducían la presión (afirmaciones permisivas), técnicas para eliminar la resistencia (sorpresa, confusión, etc.) o facilitar la aceptación del sujeto (yes set, etc.).

La hipnosis ericksoniana ha influido en otros enfoques, como la PNL (Programación Neurolingüística).

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Hipnosis humanista

La hipnosis humanista se basa en la hipnosis ericksoniana, pero no utiliza sugestiones directas ni pone al sujeto en trance profundo. Los expertos en esta técnica afirman que el sujeto entra en un estado de conciencia « elevada ». Al igual que en la hipnosis ericksoniana, el terapeuta acompaña al sujeto en su viaje y en la búsqueda de soluciones a sus problemas. La hipnosis humanista también utiliza símbolos para comunicarse con el inconsciente del sujeto.

Hipnosis de espectáculo

La hipnosis de espectáculo (a veces llamada hipnosis callejera) no tiene fines terapéuticos, sino puramente recreativos.

Los hipnotizadores de espectáculo suelen utilizar las técnicas de la hipnosis clásica (directiva), en particular las técnicas de ruptura de esquemas, para llevar a los espectadores a un estado alterado de conciencia, apoyándose en particular en efectos sorprendentes como la levitación de las manos.

Autohipnosis

La autohipnosis es la hipnosis aplicada a uno mismo, sin ser guiado por un tercero. La autohipnosis facilita la liberación y, al igual que la hipnosis ericksoniana (guiada), permite a la persona buscar sus propias soluciones a sus obstáculos.

Al igual que la meditación o la relajación, la autohipnosis permite conectar con uno mismo y escuchar al cuerpo, pero con un nivel de dominio y técnica más exigente. Por eso, antes de practicar la autohipnosis, conviene empezar con sesiones guiadas por un hipnoterapeuta, para explorar el estado alterado de conciencia y familiarizarse con la técnica.

Quels sont les différents types d’hypnose ?

Depuis ses origines l’hypnose s’est transformée et aujourd’hui nous pouvons rencontrer plusieurs types d’hypnose.

L’hypnose classique (ou directe)

L’hypnose classique ou hypnose directe fonctionne avec des suggestions directes dont la formulation est la même pour tous les clients ayant le même objectif. Parfois appelée hypnose traditionnelle, elle fut longtemps la seule à être pratiquée, avant les travaux de Milton Erickson.

Dans cette hypnose, le thérapeute est directif et autoritaire, et ne laisse pas de possibilité autre que de suivre le script dirigé. Le thérapeute se place alors en « position haute », avec une voix monotone, comme donnant un ordre à son client. Dans sa pratique, le thérapeute en hypnose classique peut utiliser un métronome, un point fixe, ou un pendule afin de centrer l’attention du client.

L’hypnose classique constitue la base de l’hypnose de spectacle pour son côté surprenant, mais est de plus en plus délaissée par les praticiens qui la trouvent intrusive et peu respectueuse du client.

Petite anecdote :  Sigmund Freud utilisa l’hypnose classique pour développer ses théories sur l’inconscient.

L’hypnose Ericksonienne

L’hypnose ericksonienne émerge du travail de champ du psychiatre américain Dr Milton Erickson à la moitié du XXème siècle. Cette pratique invite la créativité de l’inconscient, et redonne le pouvoir au sujet qui devient acteur de sa guérison, en choisissant inconsciemment la voie qu’il souhaite suivre pendant la trance, et donc en trouvant ses propres solutions aux conflits et obstacles qui le hantent. Le thérapeute accompagne (et ne dirige pas) le sujet, respecte sa demande et son rythme. Contrairement à l’hypnose classique, l’hypnose ericksonienne place alors le thérapeute en position basse. Il n’y a plus d’ordre, mais que des suggestions, des possibles.

L’hypnose ericksonienne repose sur le principe que chaque individu possède en lui-même les ressources dont il a besoin. Néanmoins, il peut arriver que la souffrance ou l’expérience même du sujet lorsque le symptôme est présent, bloque l’accès à ces ressources au niveau conscient. L’approche ericksonienne permet alors de contourner les résistances. Et dans cet exercice, s’installe alors une communication entre le sujet et le thérapeute, qui font de l’hypnose ericksonienne une thérapie par la co-construction.

Si bien la psychanalyse est tournée vers le passé, l’hypnose ericksonienne a pour objectif d’apporter un changement venu du sujet lui-même.

Elle se base sur différentes techniques de communication dont les métaphores, les suggestions, le recadrage, l’altération sensorielle… Pour faciliter le passage à la trance, Erickson a inventé naturellement des formulations diminuant la pression (permissivité des énoncés), des techniques de contournement des résistances (surprise, confusion…) ou de facilitation de l’adhésion du sujet (yes set…).

L’hypnose ericksonienne a influencé d’autres courants, comme la P.N.L. (Programmation Neurolinguistique).

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L’hypnose humaniste

L’hypnose humaniste se base sur l’hypnose ericksonienne mais n’utilise pas de suggestions directes et ne fait pas rentrer le sujet en trance profonde. Les experts de cette technique disent que le sujet entre alors dans un état de conscience « augmentée ». Tout comme pour l’hypnose ericksonienne, le thérapeute accompagne le sujet dans son cheminement et dans sa quête de solution à ses problèmes. L’hypnose humaniste également les symboles pour communiquer avec l’inconscient du sujet.

L’hypnose de spectacle

L’hypnose de spectacle (ou parfois appelée hypnose de rue) n’a aucun but thérapeutique ; elle est purement récréative.

Les hypnotiseurs de spectacles utilisent habituellement les techniques de l’hypnose classique (directive), en particulier les techniques de rupture de pattern, pour amener les spectateurs dans un état modifié de conscience et s’appuie notamment sur des effets étonnants, comme la lévitation de main.

L’autohypnose

L’autohypnose est l’hypnose appliquée à soi-même, sans être guidé par une tierce personne. L’autohypnose facilite le lâcher-prise, et tout comme pour l’hypnose ericksonienne (guidée), elle va permettre à la personne de chercher ses propres solutions à ses obstacles.

Comme pour la méditation ou la relaxation, l’autohypnose permet d’entrer en connexion avec soi-même, et d’être à l’écoute de son corps, mais avec un niveau de maitrise et de technique plus exigeant. Alors, avant de pratiquer l’autohypnose, il est judicieux de commencer par des séances guidées par un hypnothérapeute, afin d’explorer l’état modifié de conscience et de se familiariser avec la technique.

NOTE : l’hypnose ne se substitue à aucun avis ni traitement médical. Même si vous constatez une amélioration prendant ou après vos séances d’hypnose, vous devez respecter le traitement médical suivi, sauf sous recommandation du corps médical. Les troubles psychologiques graves relèvent du domaine de la psychiatrie et ne peuvent, en aucun cas, être traités par l’hypnose.

¿Qué es la hipnosis?

Definición y etimología de la hipnosis

La hipnosis hace referencia a una técnica terapéutica, pero también a un estado alterado de la conciencia, también conocido como « trance », durante el cual el individuo se encuentra entre el estado de vigilia y el sueño. Etimológicamente, la palabra Hipnosis procede del griego antiguo ὕπνος, hypnos (dios del sueño), en pocas palabras entramos en una fase cercana al sueño a través de la hipnosis.

Este estado alterado de conciencia es natural. Lo experimentamos a diario cuando, por ejemplo,

  • estamos absortos en una actividad o en nuestros pensamientos,
  • estamos conduciendo y, atrapados por nuestras divagaciones, no nos damos cuenta de la distancia que hemos recorrido
  • nuestra atención ha sido secuestrada por nuestros pensamientos hasta tal punto que nuestros interlocutores dirán de nosotros que estábamos en la Luna, o más apropiado, en un estado de ensoñación.

Dado que nuestros bloqueos, nuestros problemas personales y de relación se originan en el inconsciente, nuestras decisiones y comportamientos están a menudo dictados por creencias y asociaciones mantenidas en el inconsciente. La hipnosis permitirá entonces al sujeto acceder a recursos internos para reprogramar las vías neuronales y transformar así sus obstáculos con el fin de lograr la autosanación así como un mejor rendimiento, con la ayuda de las sugestiones realizadas durante la sesión. Esto también presupone una fuerte implicación y motivación por parte del sujeto en el proceso de curación, sin lo cual la hipnosis será ineficaz.

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Historia de la hipnosis

En las tradiciones antiguas, el trance se utilizaba a menudo como medio de curación. Se pueden encontrar huellas escritas del uso de la hipnosis como herramienta terapéutica en un manuscrito sánscrito, las Leyes de Manu en la India, que describe los diferentes estados de trance hipnótico, así como en el Papiro de Ebers (1500 a.C.) en Egipto y en los templos griegos del sueño.

En el siglo XVIII, la hipnosis resurgió, sobre todo con el Dr. Franz Anton Mesmer, médico alemán que fundó la teoría del « magnetismo animal », también conocido como « mesmerismo », un fenómeno hipnótico. En su obra describió la utilidad del fluido magnético en los procesos terapéuticos. Sin embargo, su planteamiento fue muy controvertido en su época, desde Viena hasta París.

A mediados del siglo XIX, el Dr. James Braid (cirujano escocés) sentó las bases científicas de la hipnosis. Para Braid, la hipnosis no se basaba en el magnetismo, sino en un proceso fisiológico condicionado neurológicamente por la atención prolongada a un pensamiento o un objeto, proceso que él mismo denominó hipnosis. Tras su muerte, el relevo fue tomado, entre otros, por el neurólogo francés Dr. Jean Charcot.

A principios del siglo XX, la era de la hipnosis moderna comenzó con el psiquiatra estadounidense Dr. Milton Erickson. Su práctica dio lugar a la hipnosis ericksoniana, una forma de hipnosis que es la más practicada hoy en día (véase el artículo sobre las diferentes corrientes de la hipnosis). Con el Dr. Erickson, la hipnosis se volvió más permisiva, basándose en el hecho de que cada individuo posee en sí mismo los recursos necesarios para responder a las situaciones que debe superar. Utilizando un lenguaje específico y sugestiones hipnóticas, se invita al sujeto a explorar sus recursos y habilidades desde su inconsciente, una entidad psíquica benévola que se convierte, en cierto modo, en nuestro « sanador » interior durante el trance hipnótico.

El trabajo del Dr. Milton Erickson fue retomado y desarrollado por sus alumnos, como el Dr. Jeffrey Zeig, el Dr. Ernst Rossi, el Dr. Michael Yapko y el Dr. Stephen Gilligan, con quien me formé.

NOTA: la hipnosis no sustituye al consejo o tratamiento médico. Aunque note una mejoría durante o después de las sesiones de hipnosis, debe seguir el tratamiento médico que esté recibiendo, a menos que su médico le recomiende lo contrario. Los trastornos psicológicos graves son competencia de la psiquiatría y en ningún caso pueden tratarse con hipnosis.

Qu’est-ce que l’hypnose ?

Définition et étymologie de l’hypnose

L’hypnose désigne une technique thérapeutique mais aussi un état modifié de conscience, également appelé « transe », au cours duquel l’individu est entre l’état de veille et de sommeil. Etymologiquement, le mot Hypnose proviendrait du grec ancien ὕπνος, húpnos (« sommeil »), en somme nous rentrons dans une phase proche du sommeil via l’hypnose.

Cet état modifié de conscience est naturel. Nous l’expérimentons au quotidien lorsque par exemple,

  • nous sommes absorbés par une activité ou par nos pensées,
  • nous conduisons et que, pris dans nos réflexions, nous nous ne rendons pas compte du chemin parcouru
  • notre attention a été séquestrée par nos pensées à un point  où nos interlocuteurs diront de nous que nous étions dans la lune, ou plus justement dans un état de rêverie.

Etant donné que nos blocages, nos problèmes personnels et relationnels prennent source dans l’inconscient, nos décisions et nos comportements sont souvent dictés par des croyances, des associations hébergés dans l’inconscient. L’hypnose va alors permettre au sujet d’accéder à des ressources internes pour reprogrammer les routes neuronales et ainsi transformer ses obstacles pour atteindre l’autoguérison mais aussi une meilleure performance, à l’aide de suggestions réalisées en séance. Ceci suppose aussi une forte implication et motivation du sujet dans son processus de guérison, sans cela l’hypnose n’aura aucune efficacité.

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Histoire de l’hypnose

Dans les anciennes traditions, la trance a souvent été utilisée comme moyen de guérison. Nous retrouvons des traces écrites de l’utilisation de l’hypnose comme outil thérapeutique dans un manuscrit en sanskrit, les Lois de Manu en Inde, relatant les différents états de trance hypnotique ; mais aussi dans le Papyrus Ebers (1500 av. J.C.) en Egypte, ainsi que dans les temples grecs du sommeil.

Au XVIIIème siècle, l’hypnose fait son retour notamment avec le Dr Franz Anton Mesmer, médecin allemand, fondateur de la théorie du « magnétisme animal », appelé aussi « mesmérisme », un phénomène hypnotique. Dans ses travaux, il relate l’utilité du fluide magnétique dans les processus thérapeutiques. Néanmoins, son approche est très controversée à l’époque, depuis Vienne jusqu’à Paris.

A la moitié du XIXème siècle, le Dr James Braid (chirurgien écossais) pose les bases scientifiques de l’hypnose. Pour Braid, l’hypnose ne repose pas sur un magnétisme mais sur un processus physiologique neurologiquement conditionné par une attention prolongée sur une pensée ou un objet, un processus qu’il baptisera lui-même hypnose. Après sa mort, le flambeau a été repris entre autres par le Dr Jean Charcot, neurologue français.

Au début du XXème siècle, commence alors l’ère de l’hypnose moderne avec le psychiatre américain, Dr Milton Erickson. De sa pratique est née l’hypnose Ericksonienne, une forme d’hypnose la plus pratiquée de nos jours (Voir article sur les différents courants de l’hypnose). Avec le Dr Erickson, l’hypnose devient alors plus permissive, et repose sur le fait que chaque individu possède en lui-même les ressources dont les a besoin pour répondre aux situations qu’il doit dépasser. A travers un langage spécifique, des suggestions hypnotiques, le sujet est invité à explorer ses ressources, ses compétences depuis son inconscient, une entité psychique bienveillante qui devient en quelque sorte pendant la trance hypnotique, notre « guérisseur » intérieur.

Les travaux du Dr Milton Erickson ont été repris et approfondis par ses élèves tels que Dr Jeffrey Zeig, Dr. Ernst Rossi, Dr Michael Yapko, ou Dr Stephen Gilligan avec qui je me suis formée.

NOTE : l’hypnose ne se substitue à aucun avis ni traitement médical. Même si vous constatez une amélioration pendant ou après vos séances d’hypnose, vous devez respecter le traitement médical suivi, sauf sous recommandation du corps médical. Les troubles psychologiques graves relèvent du domaine de la psychiatrie et ne peuvent, en aucun cas, être traités par l’hypnose.

Qu’est-ce que le coaching ?

Le terme “coach” vient du mot anglais « coach » ou « coche » qui signifiait « wagon ou voiture d’équipage », i.e. un véhicule qui transporte des personnes d’un point à un endroit désiré.

Selon l’ICF – International Coaching Federation, “Le coaching est une alliance entre le coach et ses clients dans un processus qui suscite chez eux réflexion et créativité afin de maximiser leur potentiel personnel et professionnel. »

Tel que l’enseigne Alain Cardon, « le coaching est l’art d’accompagner le dialogue du client centré sur la réalisation de son résultat. » Si ce qui est intellectuel se traite avec l’expert, si l’émotionnel se partage avec le psychologue, le coaching permet que le client se centre sur l’objectif, sur ses résultats. Il ne s’agit pas de comprendre mais de laisser émerger depuis le fond, depuis le cœur, depuis les tripes, ce dialogue, ce résultat.

Le coaching est « un processus pour encourager les individus et les équipes à fonctionner au top de leurs capacités. », selon Robert Dilts.

En somme, le coaching est centré sur les objectifs plutôt que sur les problèmes.

Le « business coaching », permet soit d’accompagner les personnes de manières individuelles dans le cadre d’un développement personnel, non thérapeutiques, aligné sur les objectifs de l’organisation, soit d’accompagner la transformation organisationnelle, en alignant individus et organisation sur des objectifs communs.

Le coaching de vie permet d’accompagner les individus à atteindre leurs objectifs personnels, plus ou moins éloignés de leurs objectifs professionnels ou organisationnels.

L’atteinte de ces objectifs peut se faire à divers niveaux : comportements, capacités, croyances, valeurs, identité.

Les outils de la PNL conviennent au coaching en apportant une bonne formulation de l’objectif, en s’appuyant sur la modélisation de comportements de personnes aux résultats exemplaires, en permettant la prise de différentes positions perceptuelles ou la transposition de ressources.

L’ICF définit le rôle du coach sous 6 points clés :

* Découvrir et clarifier ce que le client souhaite accomplir pour établir un contrat fondé sur un objectif mesurable et daté, assorti d’indicateurs de résultat.

*Aider le client à identifier ses motivations, ses stratégies et ses compétences.

*Montrer au client l’ensemble des options qui s’offrent à lui.

*Confronter le client à ses engagements ou à sa problématique, si cela peut le faire progresser.

*Aider le client à dévoiler l’ensemble des options qui s’offrent à lui.

*Aider le client à produire ses propres solutions et ses stratégies.

¿Qué es la PNL?

La Programación neurolingüística, o llamado PNL, es un modo de lectura de la experiencia individual y subjetiva, y de la comprensión de las realidades psicológicas que se observan en el comportamiento.

Según Robert Dilts, la PNL describe “como las interacciones entre el pensamiento (Neuro) y el lenguaje (Lingüístico) organizan el funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestros comportamientos (Programación) y los resultados que obtenemos.”

La PNL aparece en los años 70, con las investigaciones de Richard Bandler y John Grinder, en la Universidad de Santa Cruz (California), quienes van a modelizar los procesos cognitivos y comportamentales de las personas que tienen éxito entre 3 corrientes principales:

  1. El enfoque terapéutico comportamental de Fritz Perls (Gestalt), Virginia Satir (terapia familiar) y Milton Erickson (hipnoterapia);
  2. De los trabajos de la Escuela de Palo alto, representada por Gregory Bateson, Paul Watzlawick, Edward T. Hall
  3. La psicología cognitiva.

Y observando esos distintos modelos de referencia, extraen los procesos y factores de excelencia en tema de comunicación para luego definir diferentes técnicas destinadas a mejorar el autoconocimiento, a realizarse, a ganar en eficacidad en la comunicación o la relación.

La palabra “Programación” hace referencia a “programas” o automatismos comportamentales, que nos permiten un ahorro cognitivo, con el fin de simplificarnos la vida, la toma de decisión. Sin embargo, esta Programación puede ser más o menos pertinente y adecuada.

La palabra “Neuro” nos recuerda que los datos que provienen de la percepción sensorial pasan por un tratamiento del sistema nervioso, provocando un estado interno propio a la experiencia en curso. Son las conexiones neuronales vía la recogida, el almacenamiento y el análisis de la información que nos van a permitir adaptarnos a nuestro entorno. En suma, nuestro comportamiento resulta de los procesos neurológicos.

“Lingüística”, porque el lenguaje y los comportamientos reflejan el estado interno provocado por la experiencia, es decir, traducen lo que vivimos. El lenguaje estructura el pensamiento. Sin embargo, es mediante la omisión, la distorsión, la generalización que distorsionamos la realidad.

La PNL se interesa más al “como” que al “porqué”, y afirma que podemos aprender de la experiencia de las demás personas, porque existen similitudes fundamentales entre nuestros sistemas nerviosos. La PNL es ante todo pragmática, útil y accesible.

Qu’est-ce que la P.N.L. ?

La Programmation Neurolinguistique, ou en abrégé P.N.L., est un mode de lecture de l’expérience individuelle et subjective, et de la compréhension des réalités psychologiques observables dans le comportement.

En d’autres termes, selon Robert Dilts, la P.N.L. décrit « comment les interactions entre la pensée (Neuro) et le langage (Linguistique) organisent le fonctionnement de notre corps et de nos comportements (Programmation) et les résultats que nous obtenons. »

La PNL émerge dans les années 70, avec les recherches de Richard Bandler et John Grinder, à l’Université de Santa Cruz (Californie), qui vont modéliser les processus cognitifs et comportementaux de personnes réussissant parmi ces trois courants principaux :

  • L’approche thérapeutique comportementale de Fritz Perls (Gestalt), Virginia Satir (thérapie familiale) et Milton Erickson (hypnothérapie);
  • Des travaux de l’Ecole de Palo alto, représentée par Gregory Bateson, Paul Watzlawick, Edward T. Hall
  • La psychologie cognitive.

Et en observant ces différents modèles de référence, ils vont extraire les processus et facteurs d’excellence en matière de communication pour ensuite définir différentes techniques destinées à améliorer la connaissance de soi, à s’accomplir, à gagner en efficacité dans la communication ou la relation.

Le mot « programmation » fait référence aux « programmes » ou automatismes comportementaux, qui nous permettent une économie cognitive, afin de nous simplifier la vie, la prise de décision. Néanmoins, cette programmation peut être plus ou moins pertinente et adéquate.

Le mot « Neuro » nous rappelle que les données provenant de la perception sensorielle passent par un traitement du système nerveux, provoquant un état interne propre à l’expérience en cours. Ce sont les connexions neuronales via la collecte, le stockage et l’analyse de l’information qui vont nous permettre de nous adapter à notre environnement. En somme, notre comportement est la résultante de processus neurologiques.

« Linguistique », car le langage et les comportements reflètent l’état interne provoqué par l’expérience, i.e. qu’ils traduisent ce que l’on vit. Le langage structure la pensée. Néanmoins, c’est aussi à travers la sélection, la distorsion, la généralisation que nous tordons la réalité.

La PNL s’intéresse davantage au « comment » qu’au « pourquoi », et affirme que nous pouvons apprendre de l’expérience des autres personnes, car il y a des similitudes fondamentales entre nos systèmes nerveux. La PNL se veut avant tout pragmatique, utile et accessible.